“El medio rural se está vaciando y es algo muy negativo para el medio ambiente”

Mirene Begiristain Zubillaga doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la UPV

“El medio rural se está vaciando y es algo muy negativo para el medio ambiente”

Mirene Begiristain es codirectora del curso de verano de Políticas Agroalimentarias que el próximo 27 de septiembre organiza la UPV en Elizondo

pamplona– Mirene Begiristain Zubillaga es doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad del País Vasco (UPV), donde, además, ejerce como profesora desde 1999 en la Facultad de Economía y Empresa de Donostia. Su trabajo de investigación lo ha centrado en el ámbito de la comercialización agraria y los sistemas alimentarios, por ello es codirectora del curso de verano de Políticas Agroalimentarias que la UPV ha organizado para el próximo 27 de septiembre en Baztan. En el curso, debatirán sobre las posibilidades que puede abarcar la nueva PAC 2021-2027 para lograr zonas rurales vivas y sistemas alimentarios saludables. Para ello, hace un llamamiento a que todo el sector acuda a Elizondo “para generar una alianza social y que se luche por una política alimentaria común”. Para Begiristain, las zonas rurales se están despoblando y la PAC no responde a las necesidades ambientales y del sector agrario: “Si no se apuesta por una alternativa a la agroindustria, dentro de diez años va a ser muy tarde”.

En primer lugar, ¿de qué se va a hablar en el curso?

-Principalmente, la idea del curso es plantear cómo podemos desarrollar estrategias para tener un mundo rural más vivo, ese es el objetivo principal. Pero en este caso, estamos en un contexto en el que está encima de la mesa la nueva PAC (Política Agraria Común) 2021-2027 que va a definir la política agraria durante los próximos años. En este sentido, el curso pretende abrir un espacio de debate para toda la sociedad: para agricultores, consumidores y agentes públicos sobre cómo queremos definir esta nueva PAC que tiene un impacto directo en el mundo rural y también en lo que llega a nuestros platos. Queremos que se vea el impacto de la política agraria en nuestro día a día.

¿En qué consiste la PAC y qué importancia tiene para el sector agrícola?

-Además de para el sector agrícola, la PAC tiene importancia para todas las personas, supone casi el 40% del presupuesto de la Unión Europea. En este momento, concretamente, es del 36,1%, pero hace 20 años era del 60%. Va disminuyendo porque se están priorizando otras cuestiones. Entonces, para el sector es prácticamente un soporte para la supervivencia. Hoy, el primer sector está subvencionado, de alguna manera, para hacerlo sobrevivir pero no para plantearle un proyecto de futuro. Ahí está el reto. Ahora, la PAC no responde a las necesidades del mundo rural y tampoco a las del sistema alimentario que necesitamos.

¿Cómo son las ayudas de la PAC que reciben los agricultores?

-Las ayudas tienen dos pilares: las ayudas directas al sector, que son para dar estabilidad -aunque en realidad son más para su supervivencia- y suponen el 75% de las cuantías;y el segundo pilar, al que se destina el 25% restante, es el que desarrolla políticas para el medio rural como el equilibro territorial o modelos sostenibles para frenar el cambio climático. Esta es la tendencia a la que se está yendo y a la que menos presupuesto se destina. Por lo tanto, la PAC no está dando respuesta a las necesidades sociales ni a las del propio sector.

¿Cuál es la situación del medio rural aquí?

-La situación es que el medio rural se está vaciando. No hay relevo generacional en los caseríos y hay una gran dificultad para la instalación. En nuestro imaginario no está que nuestros hijos sean agricultores. Esa es la situación de fondo. Luego, la renta per capita en las zonas rurales es dos tercios inferior respecto al resto, además están asociadas a menores servicios y por tanto a una forma de vida más difícil. La PAC debería desarrollar políticas sociales para desarrollar el medio rural, porque no está dando respuesta a la crisis climática y del sector que ya son una realidad. Por eso ahora es momento de replantear esta política y hay que pasar de unas ayudas concebidas como agrarias a unas que sean alimentarias, porque afectan a todo un sistema al que estamos vinculados los que consumimos alimentos y los que los cultivan.

Y la despoblación del medio rural tendrá consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad, ¿no?

-Cuando hablamos de crisis climática, hablamos de una crisis ecológica más amplia que tiene que ver con la relación con el medio natural. En este sentido, el abandono de las tierras agrícolas tiene una relación directa, por ejemplo, con los incendios. Cuando se trabaja y se cuida la tierra no ocurren tantos desastres naturales. La crisis ecológica y la del medio rural están vinculadas y su vacío tiene consecuencias muy negativas para el medio ambiente. El problema es que no se plantea el aporte del medio rural al equilibrio del planeta.

¿Qué alternativa se plantea, entonces, para la nueva PAC?

-Al curso está invitado Francisco Ajena, miembro de IPES-FOOD, una organización europea que presenta una alternativa a la reforma que se va a acometer para la PAC 2021-2027. El objetivo general de fondo es elaborar una política alimentaria común. Después se desglosan cinco objetivos: garantizar el acceso a los bienes comunes (tierra, agua y suelo saludable), ya que el sistema agrario se ha mercantilizado y esto lleva a la precariedad;plantear sistemas agrarios resilientes al clima, no podemos producir de cualquier manera hay que buscar modelos alternativos a la agroindustria que sean sostenibles;favorecer dietas saludables y sostenibles en todo el sistema alimentario;fomentar unas cadenas de suministro justas y cortas para que se pague un precio justo por los productos, saliéndose de las lógicas de mercado;y por último, poner el comercio al servicio del desarrollo sostenible. Esta es una alternativa muy construida y muy pensada.

Está claro que el sistema alimentario es algo que tiene impacto en nuestra vida todos los días, pero ¿cree que la sociedad es consciente de la importancia de la supervivencia del medio rural y de una política agraria alternativa?

-Yo creo que la gente es consciente parcialmente. Sobre todo los jóvenes sienten la preocupación por el cambio climático, ven que hay más incendios y más desastres naturales. Lo que no vemos tan claro es el impacto que tiene aquí, en mi casa y en mi plato. Se están desertificando las zonas agrarias, surgen nuevas plagas, se pierden especies por culpa de los modelos de comercialización… Todo eso tiene un impacto directo en los alimentos que llegan a nuestro plato. A la par, está desapareciendo la opción de ser agricultor y generamos un modelo de exportación y de importación de alimentos. En nuestro caso, el 95% de los alimentos vienen de fuera y recorren una media de 5.000 kilómetros.

¿Qué esperanza hay de que este modelo se imponga sobre la agroindustria?

-La alternativa viene de la mano de la presión de la sociedad civil y del sector, y es importante que la clase política también se sume. Queremos que se generen espacios de toma de decisiones democráticas y de participación pública. Pero es verdad que como no es un tema que está en la agenda, no tiene un coste importante para los políticos y no se le da prioridad. Todo pasa por desarrollar un proceso de empoderamiento colectivo. Después, cuando llega el dinero de la PAC, también es importante que los gobiernos autonómicos sientan que la sociedad civil quiere otra cosa, que quiere que se reparta el dinero de otra manera.

Fuente: Noticias de Navarra