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Los cazadores somos la solución para los agricultores alaveses

Los cazadores somos la solución para los agricultores alaveses

Los jabalíes están siendo una fuente de problemas en las zonas agrarias de Álava. Las Juntas Generales de Álava tuvieron el pasado 11 de enero a representantes de agricultores y cazadores de la provincia para exponer los problemas que está causando la superpoblación de esta especie.

Como dato, en la comparecencia aseguran que en 2017 se capturaron 3.000 jabalíes. Un número elevado teniendo en cuenta que en 2015 se registraron 4.610 capturas en toda la Comunidad Autónoma Vasca. Hace casi 40 años, en 1981, el número de jabalíes fue solo de 456 ejemplares.

Estos números los puso sobre la mesa Javier Torre, presidente del sindicato UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos Alaveses). “Este problema no ha nacido ahora, pero cada vez va a ir a más. En televisión hemos visto que incluso empiezan a llegar a las ciudades, pero antes de eso también causan muchos daños en agricultura y ganadería. El problema no es que ahora haya 4.000 jabalíes; el problema es que si seguimos esta tendencia en cinco años habrá 20.000“, puntualiza el presidente.

El elevado número de estos mamíferos causa muchos daños en el sector agrario, pero también es un problema para el resto de ciudadanos, especialmente en las carreteras. Los caminos y sendero de los montes también tienen que ser constantemente vigilados. Debido al afán de los jabalíes por excavar provocan muchos baches y dejan algunos senderos intransitables. “Una cosa es que vaya uno y haga un agujero, pero una manada de 25 genera destrozos importantes“, añade Torre.

En agricultura suelen causar más problemas durante la siembra y en la recogida de la cosecha. Durante el sembrado acuden a las fincas en busca de las semillas o de los gusanos que salen durante el otoño. En la cosecha se comen las plantaciones de los agricultores. Al ser omnívoros no rechazan casi ningún tipo de alimento. Además, utilizan las plantaciones, hierbas y heno de las propias fincas para hacerse sus camas y criar a los jabatos, según el presidente de UAGA. “Algunos agricultores tienen daños de hasta 5.000 o 6.000 euros“, asegura.

En el sector ganadero también son “muy peligrosos”, al transmitir muchas enfermedades al ganado de las fincas, además de destrozar los pastos con sus excavaciones. Un factor con el que hay que tener “mucho cuidado” según el miembro del sindicato, dado que pueden transmitir enfermedades como la tuberculosis. Según EH Bildu, ha habido ganaderos que se han planteado incluso cerrar su explotación.

Según el portavoz de los agricultores, recurrir a los seguros agrarios no es una opción: “Los seguros cada vez son más caros porque los daños no paran de aumentar. Además, con cada año con accidentes el seguro va bajando su cobertura, e incluso te penaliza. Al quinto año ya directamente no asiste a la finca afectada”. Debido a esto, los problemas generados por los jabalíes son incompatibles con los seguros. Torre asegura que las fincas sufren daños animales todas las semanas: “En una sola finca he llegado a ver a 22 jabalíes“.

Otras alternativas como poner vallas o perros para ahuyentar a los jabalíes, también son “inviables”. Desde el sindicato argumentan que vallar todas las fincas sería algo imposible, además de que los potentes animales acabarían derribándolas. Los perros, además que solo acabarían desplazando a los jabalíes a otra finca cercana, crearían otro tipo de problemas a los ciudadanos y montañeros. Los depredadores naturales tampoco parecen una opción: “los lobos han crecido de manera paralela a los jabalíes en regiones como Asturias, y eso no ha hecho reducir su número”.

La caza, una posible solución

En vista de que soluciones cotidianas no parecen resultar, tanto los agricultores como los propios cazadores coinciden en que la caza de estos animales podría ser una forma óptima de controlar la superpoblación. A día de hoy, la caza de jabalíes resulta complicada en Álava, dado que existen muchas zonas de exclusión completa en las que no se les puede cazar, como en los terrenos circundantes a las fincas. “Los animales no son tontos, si ven una zona segura van a ir allí. Si creamos zonas de exclusión completa acabamos totalmente con la caza de estos animales, por lo que aumenta la superpoblación”, apostilla Torre.

Por ello, desde UAGA apuestan por hacer una gestión activa de la caza: “Diputación tiene que establecer un limite de ejemplares. Si se rebasa entonces tienen que actuar los cazadores para impedir la superpoblación”. Actualmente ya se organizan partidas de caza excepcionales para intentar controlar la población de jabalíes. El problema es que estas partidas “no son flexibles ni lo suficientemente eficientes, deben realizarse con más frecuencia”.

Esto se debe al protocolo para organizar partidas de caza. Ha de avisarse a la Diputación con un mes de antelación. Con lo cual, para cuando la partida de caza entra en acción los animales muchas veces ya han huido a otro coto de caza. La nieve o la niebla también ha imposibilitado la salida de estas partidas en el último momento, con lo que han pasado hasta dos meses sin realizar la caza de jabalíes. Los cazadores se reparten los ejemplares matados, dado que la venta de jabalíes está prohibida a no ser de que la carne se haya tratado previamente con los controles y formas adecuados.

La disminución del número de cazadores tampoco ayuda al control de la población animal. Según la Asociación Araba Cazadores Gestión, en 1990 había 1.440.000 licencias a nivel nacional. En 2012, el registro databa solo de 900.000 licencias. El presidente de la asociación, José Miguel Sobrón, afirma que la mejor manera de prevenir la reproducción excesiva del jabalí sería cazando hembras y crías. El cazador también asegura que antes era muy raro encontrarse con ejemplares superiores a los 90 kilos, mientras que ahora es habitual e incluso llegan a los 120 kilos de peso.

Los miembros de la asociación de caza también apuestan por crear una mesa de trabajo con todos los colectivos implicados (caza, agricultura y ganadería, medio ambiente, Diputación…) para establecer una serie de medidas.

El cambio climático, decisivo en la superpoblación animal

Según explican en las Juntas Generales, existen diversas razones por las que el jabalí es un animal con gran capacidad de expansión. Una de las principales, y que también afecta a muchas otras especies (también existe superpoblación de corzos y conejos en Álava, de acuerdo con la organización de cazadores) es el cambio climático. Al haber inviernos mucho menos duros en cuestión de temperatura, los animales tienen más comida y no mueren por hambre o por frío.

La especie del jabalí en sí también tiene mucho que ver. Se trata de animales con gran capacidad reproductiva. Las hembras son fértiles a partir del primer año de vida y tienen camadas de 4, 6 e incluso 8 jabatos. Además, son animales prácticamente nómadas, que recorren distancias continuamente. Durante la noche son muy activos y pueden realizar marchas superiores a los 10 kilómetros. Su facilidad para alimentarse, al comer todo tipo de plantas, raíces, frutos, insectos e incluso animales muertos, también favorece su crecimiento demográfico.

Fuente. GasteizHoy.com 

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