El adiestrador Víctor M. Esandi ofrece consejos básicos para el disfrute de los cazadores y la correcta formación de sus fieles acompañantes
“Yo siempre he aprovechado la media veda para educar perros jóvenes y para divertirme”. Así de tajante se muestra el adiestrador Víctor M. Esandi sobre las posibilidades que ofrece la inminente apertura de la media veda que arranca este mismo fin de semana.
De hecho, el adiestrador navarro asegura que la caza de la codorniz, sin duda la especie que goza de una mayor predilección entre los aficionados que estos días saldrán al campo, “es la auténtica escuela del perro joven” y en la misma medida es la que le permitirá “aprender lo que debe hacer, pero también puede ser en la que aprenda todo aquello que no debe hacer”.
De lo que se trata, básicamente, es de “hacer bien las cosas, aunque es necesario tener paciencia y darle al perro el tiempo que necesite. También es necesario adaptarlo al calor que hace en esta época del año y, desde luego, no excederse en el tiempo adecuado de actividad. En definitiva, que tanto el perro como el cazador disfruten de la actividad”.
Entre la gran cantidad de consejos que Esnadi puede aportar a aquellos cazadores que acudan con sus jóvenes perros a realizar las primeras acciones cinegéticas, destaca cuatro principios que son fundamentales a la hora de iniciarse en este tipo de actividades. Y sobre todos ellos destaca uno: el de “ir con la tarea hecha”.
Acostumbrado al tiro
Para este educador canino “es imprescindible y obligatorio que el perro joven esté acostumbrado al tiro, porque si salimos al campo el primer día de la codorniz con sin que haya salido al campo ni haya escuchado un solo disparo, tenemos grandísimas posibilidades de que se asuste”. Este primer contratiempo deviene en “enormes problemas de recuperación, de muchísimo trabajo e incluso llegando al punto de que pueden ser irrecuperables”.
La segunda premisa radica en “la búsqueda y la muestra”, es decir, “que el perro esté acostumbrado a buscar de nariz y que cuando detecte la presencia odorífera de las codornices entre automáticamente en muestra”.
Esandi establece como tercer mandamiento en este proceso el de “no disparar a nada que no haya trabajado perfectamente el cachorro”. Tras considerar que ese es un aspecto que han tenido que trabajar previamente el cazador y el perro, aclara que “la labor de perro consiste la búsqueda, localización y muestra y luego tiene que ser el cazador el que se la abata. Y lo que no debe hacer el cazador es matar la codorniz que ha levantado el perro, porque eso es premiarlo sin que haya hecho correctamente su trabajo. Si premiamos al perro sin hacer las cosas bien, no podemos esperar que luego las haga bien”.
Como cuarto elemento que es imprescindible para que el perro realice su labor con corrección, el adiestrador apunta que “a la hora de realizar el cobro de la pieza el cazador jamás debe perseguir al perro para que se la dé. Incluso es mejor marcharse y esperar a que él se acerque”. Sin embargo, matiza que “es conveniente premiarle aunque la acción que se le pide no haya sido totalmente perfecta”.
Junto a su compañero Jesús Barroso, imparten una decena de seminarios anuales a lo largo de toda la geografía nacional, de los que ofrecen puntual información a través de la web esandibarroso.com. Ambos cuentan con una dilatada experiencia en labores de adiestramiento especializado en el perro de caza, y más concretamente, en el perro de muestra.
Virtudes y defectos
La finalidad de estos cursos de adiestramiento persigue “potenciar virtudes y pulir defectos de los perros”, para lo que consideran imprescindible “entender el lenguaje del perro y después que el perro entienda el nuestro”; es decir, “que adiestrar es aprender idiomas interespecíficos”, aseguran.
Tanto Esandi como Barroso son además los responsables de impartir los cursos formativos de instructor-adiestrador de perros de caza que organiza anualmente la Federación Española de Caza en el Centro Integral de Estudios y Prácticas Cinegéticas, que la Real Federación Española de Caza gestiona en la localidad soriana de Castillejo de Robledo.
El adiestrados navarro es también autor del libro ‘De la monta a la caza. Manual básico de adiestramiento del perro de caza’, publicado en 2013 y reeditado el pasado año y en el que los aficionados pueden ampliar los conocimientos necesarios para que el cazador evite cometer errores en el proceso de educación de su compañero de fatigas.
Esa obra está centrada en el adiestramiento del perro de muestra o de punteo, es decir, el que tiene como principal tarea la localización de piezas de caza menor y que cuando la encuentra se queda totalmente quieto. El texto es, en definitiva, una recopilación de la experiencia adquirida durante sus dos décadas de dedicación a esta actividad de forma profesional.
Cargando...
