Dios mío, si parece que fue ayer. Cuánta ilusión, cuantas ganas, qué juventud??? al ???presi??? se le ocurrió aquello de que cazadores y pescadores tuvieran su propia jornada festiva y reivindicativa como lo hacen otros colectivos de distinto tipo ¿y por qué no? Fue la pregunta que quedó en el aire. Guipuzcoanos, alaveses y vizcainos asintieron con la cabeza. Ya estaba liada. Adecap llevaba varios años en el candelero; la exitosa manifestación de Donostia, su presencia en ferias, su revista propia para Euskadi, sus amenas e interesantes jornadas en el Hotel Ercilla con gentes de prestigio y dando reconocimientos??? su llegada, poco a poco y salpicada, a los medios de comunicación; por fin la caza y la pesca salían del ostracismo al que algunos la querían someter y daba pasos firmes y seguros.
Volvamos al Día del Cazador y Pescador. La inexperiencia, por aquel entonces inmensa, se combatía con ganas y esfuerzo, mucho esfuerzo. La organización quiso supervisar el control de hasta el último detalle; hasta una txozna por territorio; exhibiciones, contactos, electricidad, agua, seguridad??? agua la que vino a caer desde el cielo en los días previos a la primera fiesta. Chaparrones y más chaparrones quisieron poner a prueba la entereza de la organización, que no perecería ahogada (de milagro) precisamente en el mismo escenario que el domingo 20 de junio de 2010 acogerá la ???mayoría de edad??? con la XVIII celebración de esta jornada modélica en el Estado y que algunos incluso han querido imitar.
Y el ???niño??? fue creciendo. Para que no hubiera pegas, fue cambiando de escenarios a razón de uno por territorio. Así, visitó Lasarte, donde la gran pista hípica restaba público y hacía que muchos volvieran a comer a casa. Luego también fuimos a Salburua en donde algunos quisieron hacer comparaciones que no venían al caso. Y por supuesto, seguía llegando a Zumeltza, en Dima, su lugar de nacimiento. Las obras urbanísticas o las dificultades dejaron finalmente al antiguo aeródromo como el escenario ideal para una jornada de campo y festiva para las gigantes familias de la caza y la pesca en Euskadi.
El ???niño??? cogió y acogió de todo; desde días de rabioso sol hasta fuertes chaparrones inclementes. Siempre con una constante: el respaldo de los cazadores y pescadores, a los que el tiempo climatológico no les impide saber dónde tienen que estar. Seguramente este es, ha sido y será la razón del éxito de la fiesta. Saber que está por encima de las individualidades para defender al colectivo. De la escopeta y también de la caña.
Tampoco faltaron las provocaciones; pintadas en el suelo, en las carreteras, conatos de manifestación, insultos directos hace un par de años??? de gente que normalmente se esconde para defender un ideario ecologeta anticaza mientras se despreocupan de temas infinitamente más preocupantes para la naturaleza y la conservación del medio. ???Ladran luego cabalgamos, amigo Sancho??? diría Quijote satisfecho. Algo se hace bien para que tengan venir a las puertas a arañar con las uñas, si pueden.
Por eso me ha entusiasmado saber que Adecap ha creado su ???insignia de oro??? en esta edición, y que la misma recaerá en cuatro ???históricos??? de la organización; Rufino Eizmendi; Juanjo Merino, Anton ???Gabantxo??? Goikoetxea y Don Julio. Qué merecido reconocimiento. El de ellos y sobre todo el de los miles y miles de personas que todos los años, uno a uno, hacen posible que la fiesta tenga vida y sea especial con su presencia, con su participación, con su ánimo, con su respaldo. Zorionak a todos ellos.
(P.D. Nos vemos el día 20 en Dima, aunque nieve o queme el sol).
Javier Atxa
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