Os voy a contar lo que me ha sucedido en el sorteo de becada de Kuartango:
Llega el plazo de entrega de solicitudes y rápidamente relleno y envío la carta con la ilusión puesta en que este año me toque permiso para poder disfrutar un día a becadas con algún amiguete, ya que otros años no había sido así…
Más adelante recibo un sms, mail y posterior carta diciéndome que sí me había tocado turno de elección para un día 3-10-2011 a las 11:09, este año se había portado la suerte conmigo.
Llega el día 3 y llamo a las 11:05 para pedir día y cuál es mi sorpresa que no es un día de elección de BECADA sino de FAISÁN, entonces educadamente la chica me pasa con otra chica para intentar solventar el problema.
Lo primero de todo es dudar siempre de tu solicitud, que si yo había puesto faisán… en vez de becada… y al final hasta te hacen dudar, pero de todas formas la chica se levantó de su silla y fue a mirar la solicitud. Efectivamente, yo había puesto becada, así que me dice que va a hablar con su superiora, Malen Vilches, para ver qué solución me podían dar y que durante la mañana me iban a llamar. A todo esto, la becada se empezaba a pedir a las 13:15 del día 3 de octubre.
Nervios, mala leche… no me llama nadie… todo esto me pasaba por la cabeza. He de deciros que aunque a la gente «no cazadora» no lo entienda, a mí me produce un solo día de caza estos síntomas, ya que significa mucho para nosotros poder disfrutar de amigos y nuestros fieles perros dándoles la satisfacción de poder correr y morder lo que tanto trabajo les cuesta encontrar para su dueño y encima en un coto con posibilidades altas de que esto se dé.
Son las 13:15 horas y por fin suena el teléfono. Descuelgo. Os reproduzco la llamada:
Yo: Sí, ¿hola?
Chica: Hola Daniel, ya he hablado con mi superior y sí, asumimos nuestro error puesto que se ha producido una equivocación; la solución que me ha dado mi jefa es la siguiente: el último día de elección (jueves 6 de octubre) llama el último y a ver si te queda algo para elegir…
Yo: (perplejo por lo que estaba oyendo y con una mala leche) Vamos a ver… ¿esta es la solución a vuestro error?
Chica: Sí, y además, igual no te habría tocado en el sorteo…
Yo: (De más mala leche) Pero vamos a ver, habrá que solucionarlo de alguna manera satisfactoria para las dos partes ¿no? Y esta a mí no me vale.
Chica: Pues esto es lo que hay… si quieres te miro la supuesta secuencia de sorteo y a ver que te habría tocado.
Yo: (ya me daba igual, sabía lo que me esperaba) ¡Pues mira sí, eso vas a hacer!
Chica: De acuerdo, te lo miro y te llamo.
No me llamó en toda la tarde y yo dándole vueltas a la cabeza de cómo y por qué a mí me estaba sucediendo esto y lo fácil que era arreglarlo.
Al día siguiente a las 8:30 de la mañana cogí el teléfono y me puse en contacto con la Diputación a ver qué solución o secuencia de sorteo me había tocado y rápidamente se me expuso la nueva solución de la señora Malen Vilches: se me informa que me han redactado una carta y que me llegará a mi domicilio el próximo lunes día 10 explicándome todo.
En definitiva, esto es lo que me ha ocurrido y la verdad que quería compartirlo con todos vosotros, no se dan cuenta que para nosotros la caza y la pesca son aficiones con un arraigo muy fuerte en nuestras vidas.
Por supuesto, sea cual sea el contenido de la carta que me envíen desde Diputación lo haré público, os doy mi palabra.
Ezkerrik asko!
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