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Los cazadores cazamos….. y votamos

Los cazadores cazamos….. y votamos

Los cazadores cazamos….. y votamos. Son muchos los problemas que se ciernen sobre el mundo de la caza y la pesca, y es lógico que los aficionados estén preocupados.

Quizás ahora que las elecciones están a tiro de mostacilla sea el momento de requerir a los distintos partidos sus inquietudes al respecto.

Sus líderes raramente han soltado prenda públicamente sobre temas sangrantes que están afectando a los animales salvajes y a la propia naturaleza.

¿Les han oído comentar alguna vez del envenenamiento que soportan los campos, la invasión de predadores foráneos que asolan los ríos esquilmando todas las poblaciones autóctonas?

Con lo bonito y gratificante que sería contemplar en un programa electoral la ordenación de la naturaleza. Pero de verdad, con voluntad decidida de afrontar sus problemas, hablando con la gente del campo, con los aficionados, con todos, sin cámaras de televisión.

Y no excluyendo a los cazadores de los órganos gestores que regulan la caza y la pesca, para colocar a muchos que son enemigos declarados de estas actividades.

Han conseguido a base de despropósitos convertir el ocio de los cazadores ni más ni menos que en un sentimiento, y eso es peligroso.  

Así cuando de juzgar algún tema de caza se trata, rápidamente se posicionan a favor o en contra dependiendo de su ideología.

Unos porque entienden que la caza es cosa de pudientes y otros porque “matar animales” se supone que va contra los principios progresistas.

Está claro que ambos se equivocan. Cazar y ser cazador es una forma de ser y entender la naturaleza, un problema de ética al margen de cualquier connotación política.

No en vano aficionados hay de todas las madres. Caza y política son dos conceptos antagónicos que nada tienen que ver entre sí.

La caza hay que juzgarla desde el punto de vista conservacionista y nunca desde intereses políticos. Los cazadores hablan todos el mismo lenguaje y respiran en materia de caza de los mismos aires de libertad.

Quitadles la política y no pasará nada. Pero no les prohibáis la caza que acabaríais con una de sus razones de ser. A pesar de todo son ciudadanos antes que cazadores.

No como esos animalistas que nos ponen a caldo a base de barbaridades aprovechando descaradamente como soporte político.

Ser un buen político en materia de caza conlleva cansar la cabeza en busca de fórmulas de conservación compatibles con el ocio y la riqueza.

Dejemos pues la caza al margen de intereses partidistas que el que quiera hacer cosas en su favor tiene todas las que quiera.

Afronten con decidida voluntad la recuperación de las perdices, conejos, linces, urogallos, osos, águilas imperiales, avutardas y un sin fin de especies en regresión. Mientras tanto no se definan como representantes de esa parte importante del pueblo que son los cazadores por el hecho de haberles apoyado puntualmente.

Cuánto tienen que aprender algunos politiquillos esos que se creen la divina pomada, ahora que las elecciones están al caer.

Y está bien que se preocupen pero con hechos que redunden en resultados no con palabras huecas que conducen a más de lo mismo.

Así que apunta bien para que la pieza caiga en el morral adecuado y no olvides que las armas las carga el diablo y….. las urnas también.

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Redacción periódico digital Desveda #caza #pesca #tirodeportivo #rural #naturaleza

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