La aprobación por el Parlamento Vasco de la nueva normativa supondría una seria amenaza a la caza con perro, la cetrería, la caza con hurón y el silvestrismo
La futura Ley de Protección de Animales de Compañía que se está tramitando en el Parlamento Vasco para acometer la reforma de la normativa que está en vigor desde 1993 y cuya adecuación “resulta a todas luces necesaria y urgente”, está generando una gran preocupación entre los cazadores que ven peligrar una algunas de sus actividades.
La proposición presentada por PNV y PSE-EE y que ha contado para su inclusión con el voto favorable de todos los partidos políticos, pretende incrementar la sensibilidad ya existente en la sociedad “a la vista de la evolución científica y social, del desarrollo de los ordenamientos jurídicos de nuestro entorno y del inevitable aprendizaje derivado de la experiencia de aplicación práctica de esta ley”, según recoge el propio texto.
La normativa, en los términos en los que está redactada, reconoce que su finalidad es la de “lograr unos niveles de protección y de bienestar de los animales adecuados a su condición de seres vivos, dotados como están de sensibilidad física y psíquica y de necesidades etológicas”. Sin embargo, “constituye un serio peligro para actividades cinegéticas como la caza con perro, la cetrería, la caza con hurón o el silvestrismo”, según señalan ADECAP y las Federaciones de Caza de Araba y de Bizkaia.
Estas entidades han presentado alegaciones a la proposición legislativa, teniendo como base el estudio socio-económico de la actividad realizado en 2016 por el propio Gobierno vasco, en el que se señala que la caza en el País Vasco “recoge una producción de 299,3 millones de euros y 1.842 empleos relacionado con esta actividad de cohesión social del mundo rural de Euskadi”.
Función social
El escrito de argumentaciones elaborado por el asesor técnico de ADECAP y de ambas federaciones, Nicolás Urbani, que ha participado en leyes similares en La Rioja, Navarra, Comunidad Valenciana o Aragón, desglosa las principales consideraciones en un documento de 32 páginas. Las alegaciones tienen registro de entrada en el Parlamento Vasco con fecha del pasado 17 de noviembre y están accesibles en la web legebiltzarra.eus de la cámara vasca.
Entre las modificaciones planteadas se contempla la petición de excluir como animales de compañía a aquellos que acompañan a los cazadores en su actividad, en base al Convenio Europeo sobre protección de animales de compañía, ratificado por España el 23 de junio de 2017. El acuerdo establece en su artículo 1.1 que “se entenderá por animal de compañía todo aquel que sea tenido o esté destinado a ser tenido por el hombre, en particular en su propia vivienda, para que le sirva de esparcimiento y le haga compañía”, por lo que los perros de rehala, recovas, jaurías u otros perros de caza, al igual que los hurones, aves de cetrería, de silvestrismo, etc… cumplen una función social “pues su destino no es tenerlo en la vivienda ni la compañía”.
ADECAP y las Federaciones piden que los animales que cumplen una función social sean excluidos de esta ley, ya que recibirían esta consideración los que se dediquen “a una actividad o cometido concreto del ámbito social (que no tiene por qué ser relacionado con una actividad económica), como los perros de guarda, perros pastores, perros de asistencia, perros o hurones de caza, perros buscadores de trufa, perros de rescate, perros utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aves de cetrería, aves de silvestrismo, perdices de reclamo, palomas de colombicultura y colombofilia, otros animales dedicados a actividades deportivas federadas, etc… Para calificar un animal de compañía como de función social, será necesario el aval de entidades colaboradoras de la administración o agentes sectoriales representativos.”
Indefinición
Sostienen también que la futura Ley muestra “una clara indefinición” y que “está abierta numerosas interpretaciones que pone en serio peligro la actividad cinegética con perros, su cría e incluso puede llegar a castrarlos” Apuntan incluso que “resulta curioso cómo incluyen a las palomas como animales de compañía para prohibir el Tiro al Pichón. O las aves de cetrería y los hurones para impedir de una manera importante la práctica de la cinegética con estas especies”.
Las peticiones formuladas por ADECAP y las territoriales de Araba y Bizkaia fueron defendidas el 19 de noviembre ante la propia institución y remitidas posteriormente a la Federación Vasca de Caza, “por si consideraban oportuno incluirlas entre las que esta institución preparó junto a asociaciones como Cazadores de paloma torcaz, asociación de cotos Araba Cazadores Gestión, Federación Guipuzcoana de Caza y la fundación FUNCASBIOD”, según apuntan desde ADECAP. La Federación Vasca, por su parte, defendió sus demandas en la comparecencia que tuvo lugar el 30 de noviembre.
Además de las alegaciones de estas entidades, se han presentado peticiones por parte de una decena de asociaciones animalistas, así como la Asociación de cría del perro pastor vasco o la Sociedad de tiro al pichón de Eibar, aunque desde ADECAP apuntan que “solo tenemos acceso a las alegaciones que hemos presentado nosotros y las Federaciones de Araba y de Bizkaia”.
Estas entidades sostienen también que la proposición legislativa ha sido elaborada “de espaldas a colectivo de cazadores y con una clara influencia animalista” y sustentan esa afirmación en que “las asociaciones animalistas podrían denunciar a los cazadores y el dinero recaudado por las desorbitadas sanciones recogidas en esta Proposición de Ley, se destinaría a financiar a las mencionadas asociaciones animalistas”.
La futura Ley está a la espera de que los partidos políticos incluyan las alegaciones presentadas y posteriormente se vote su inclusión en la ley definitiva.
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