Se llama turismo cinegético, y dicen los expertos que es una de las principales fuentes de ingresos para la región. Se trata de aquellos cazadores que llegan para practicar su afición favorita.
Según datos de la Consejería de Medio Ambiente, en Extremadura existen unas 93.000 licencias de caza. De ellas, 11.850 corresponden a habitantes de otras regiones y 2.431 a extranjeros.
Como es sabido, cada comunidad autónoma expide sus propios permisos, lo que obliga a los cazadores a tener varias si suele desplazarse por la geografía nacional.
Sobre este turismo cinegético habló el lunes en Zafra el director General de Medio Ambiente de la Junta, Guillermo Crespo. «Extremadura tiene unas 93.000 licencias de cazadores procedentes no solo de nuestra región, sino de otras», aseguró.
Crespo disertó sobre la nueva Ley de Caza en la caseta de la Asociación de Cazadores la Esperancita del ferial de Zafra. Dijo que el crecimiento del número de cazadores fue muy grande en épocas de bonanzas, como todas las actividades de ocio. Luego el alza se ha visto lógicamente congelado en los dos últimos años. Sin embargo, no ha descendido el número de licencias en actividades como monterías o los ojeos.
Sobre el dinero que mueve este sector, dijo que la estimación que se hace es aproximada porque no existen datos absolutamente fiables, pero la Federación Extremeña asegura que pueden suponer en torno a los 400 millones de euros anuales en Extremadura.
Para el director general, los cazadores extremeños se dedican sobre todo a la caza menor, y el cazador de fuera de la región viene mayoritariamente a la caza mayor, salvando algunos cotos concretos de perdices en concreto. El verdadero atractivo en la región es el macho montés, el venado o el jabalí.
Con respecto a las repoblaciones en la comarca de Zafra, dijo que se ha comprobando que las actuaciones forzadas están introduciendo muchas enfermedades que debilitan la población del conejo, la principal especie cinegética en esta comarca.
Por eso solo se autorizan con condiciones en momentos puntuales, y siempre de granjas que estén certificadas y autorizadas. Además, solo provenientes de esta región o de las provincias limítrofes para que sean animales resistentes a los virus que están atacando.
Para Crespo la nueva ley de caza, aprobada en diciembre y que entrará en vigor en junio , tiene muchos cambios positivos. Dijo además que los cazadores deben estar tranquilos porque las armas tradicionales siguen siendo las armas permitidas por esta normativa.
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