Finalizada la media veda comienza la temporada del jabalí. Desde el día 21 ya se pueden realizar ganchos y monterías en los cotos que cuentan con esta especie en su plan cinegético, si bien suelen aprovecharse los sábados y domingos.
Aunque siempre hay sorpresas agradables, no son de prever grandes resultados habida cuenta que, en estos primeros lances de la temporada, los perros se muestran incapaces de batir el monte tras una larga y obligada inactividad. Además el monte está reseco, lo que dificulta las operaciones de rastreo. Siempre con la llegada de las lluvias los resultados mejoran de forma sensible. Las precipitaciones abundantes de primavera y comienzo del verano, han poblado el monte de abundante hierba que, pese a la sequía de julio y agosto, ha sido respetada por los incendios en la mayoría de las manchas boscosas.
Pese a que los acotados prefieren reservar las monterías para mas adelante, el deseo de los cazadores de reencontrarse con el monte han hecho que se soliciten bastantes ganchos para las próximas semanas. En la comarca berciana dentro de pocos días comenzarán a caer las castañas e interesa mantener a los «cochinos» alejados de los sotos donde causan importantes daños. En otros casos es necesario ir avanzado monterías para evitar que éstas puedan perderse si el invierno llega excesivamente crudo.
Previsiones de futuro. La afición a las monterías de jabalí, especialmente desde que la caza menor ha sufrido una fuerte caída, ha ido en aumento de forma que una gran mayoría de cuadrillas se dedican preferentemente a esta especialidad cinegética. En esta temporada, y tras una Media Veda regular se espera una buena campaña. Para el 24 de octubre se abrirá la perdiz y, al menos durante las primeras jornadas, muchas escopetas se dedicarán a perseguir a la «patirroja» pero y hasta entonces el jabalí ocupará los fines de semana. En los montes de roble y encina se aprecia bastante huella, lo que permite augurar buenos resultados. El peligro de que los animales abandonen el monte y se dirijan a los campos de maíz por escasez de alimento es evidente, y en muchos acotados se intenta evitar cebando con grano o manzanas que se depositan en el interior del bosque.
Sin que los jabalíes hayan entrado en los campos de maíz de forma masiva ya se aprecia bastante huella. También se están produciendo accidentes de tráfico provocados por las migraciones del monte al campo, especialmente en ciertos lugares de paso.
El cereal comienza a secarse, pero con las elevadas temperaturas puede que todavía se encuentren a gusto en el monte. Como suele suceder al principio de la campaña los mas pesimistas aseguran que hay menos jabalís que el pasado año, cuestión probable si se tiene en cuenta que cada vez se están autorizando mas cacerías por daños y ante la alarma social que causa el gran número de accidentes de tráfico. En todo caso mañana sábado y el domingo monteros y rehaleros con sus canes tienen una cita ineludible en las masas boscosas de la provincia.
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