Agentes forestales de la Comunidad de Madrid vigilan este mes que la captura de aves fringílidas silvestres como jilgueros, verderones comunes y pardillos, permitida sólo para su educación en el canto y durante los domingos de agosto, se efectúe de acuerdo a la normativa vigente.
Entre las labores de control que desarrollan, los agentes comprueban que exclusivamente se produce la captura de un máximo de nueve ejemplares macho, de un año de edad, por cazador y día.
Además de la documentación del cazador, comprueban que las redes utilizadas se encuentran precintadas y que coinciden con las que figuran en la autorización especial que expide la Comunidad de Madrid para el desarrollo de esta actividad, y que también debe ser presentada a requerimiento de los agentes.
Vigilan también que la captura de estas aves no se produzca en los terrenos de aprovechamiento cinegético común (terrenos libres) de los espacios naturales protegidos.
La normativa autonómica establece que el número máximo de autorizaciones nominales a conceder será de 1.500 cada año y que serán requisitos indispensable poseer la licencia de caza expedida por la Comunidad y ser miembro de una sociedad «pajaril» federada y acreditada por la Federación Madrileña de Caza.
No pueden superarse en ningún caso los seis ejemplares de una misma especie y se deben liberar nada más ser capturadas todas las aves de otras especies.
Queda totalmente prohibida la captura de hembras de cualquier especie, que deberán liberarse inmediatamente y sólo se capturarán pájaros vivos, por lo que queda absolutamente prohibida la utilización de cualquier arte o medio que pudiera causar su muerte.
Actualmente, alrededor de 250 agentes forestales de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, prestan servicio en toda la región velando por el cumplimiento de la normativa aplicable a todo aquello que afecte al medio natural, a la fauna y a la flora.
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