Temporada irregular
Hoy sábado al despuntar el alba un sinfín de cazadores revisarán páramos y valles en busca de las escurridizas codornices, conscientes que se enfrentan a una temporada cuando menos irregular y peor que la pasada, por cierto, una de las mejores en muchos años. Y lo harán como siempre con la ilusión por bandera y la esperanza de cumplir el reto que se les presenta. Es el encanto de la caza; misterio y dificultad. Modalidad esta, escuela de aprendices y alegría contenida de los mayores, a pesar de ser conscientes de que las perchas en general van a ser más bien flojas, aunque habrá terrenos, tardíos, altos como la zona norte de Burgos donde muchos cazadores harán el cupo, lógicamente en los secarrales donde las capturas normalmente suelen brillar por su ausencia, más de lo mismo. A no ser que el rocío mañanero haga acto de presencia y depare alguna que otra alegría. Así que, si al amanecer las botas se mojan al andar, bueno, de lo contrario apaga y vámonos a buscar lugares frescos a poder ser con algún pequeño regato. Miel sobre hojuelas.
Aunque en principio parece que va a ser una temporada irregular nadie sabe con certeza como va a evolucionar. Y es que esta ave extremadamente sensible a los cambios climáticos hoy puede estar en Burgos y en unos días en San Petersburgo o a la inversa. De hecho, las he visto y muchas a la altura de esa gran ciudad a finales de octubre, cuando todos siempre hemos entendido que a mediados de septiembre emigraban a África – que lo hacen también muchas- ¡tenemos tanto que aprender! Toca pues trabajarlas durante todos los días autorizados a la espera de acertar con una entrada importante de codornices. Procede pues no reventar el perro los primeros días; agua, comida ligera y descanso no le deben faltar. Son muchos los que lo hacen y al final de la temporada siempre recogen los frutos de su constancia.
Despacio, cortando bien el terreno, con el viento de cara y el sol de espaldas sin olvidarse de no doblar el índice hasta contar hasta tres y sobre todo amigo cazador, volver a casa sin contratiempo.
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