Arkaitz y Lagun Txapeldunak

Viernes 7 de
Diciembre

Corrian las 4 de la tarde
cuando Arkaitz,junto con su
cuñado Oscar y Mikel Torne,
veterano en estas lides, y que iba
a acompañar de juez a Arkaitz en
esta, su primera  final de caza
menor, iniciaban el viaje a
Castillejo de Robledo, como no,
en compañía también de su
querida perrita  Lagun.

Llegó Arkaitz pasadas las seis,
a conquistar la tierra donde las
hijas del Cid Campeador fueron
ultrajadas por los Infantes de
Carrión, allí en el castillo que
domina el pueblo. En sus ruinas
muchas historias de caballeros,
batallas, leyendas y fríos, y
también testigo mudo, de algunos
campeonatos de caza menor que
se han realizado allí, al ser la
Federación Española de Caza, la
titular del coto de caza y las
instalaciones que esta posee en el
término de este pueblo tan
conocido.

El sorteo de dorsales y jueces
se inició al revés de otras veces,
empezando por el último dorsal
en vez de por el del campeón del
año anterior, de este modo
nombraron el número 21, que era
precisamente el de Arkaitz Egaña,
como si de una premonición se
tratara, salió el primero a recoger
el dorsal y ver por tanto el juez
que le tocaba en suerte. El resto
de participantes siguieron el orden
inverso y yo,  juez y compañero de
Arkaitz tuve la fortuna de
acompañar al campeón del año
2010, el aragonés Jesús Oliva.

Llegó la hora de la cena de
gala y en compañía ya de sus
familiares y amigos, disfrutaron del
evento y charlaron entre risas y
nervios de lo que sería el día
siguiente.

Sábado 8 de
diciembre

El gran día llegó y a las siete
de la mañana nos dispusimos a
desayunar en compañía del resto
de competidores y jueces.

La salida se dio puntual a las 9
de la mañana, a más de 4 km
campo a través del punto de
llegada y control final, los
cazadores iniciaron la marcha
dispuestos a darlo todo en las
3.500 has de terreno con poca
densidad de caza, aunque con
especies de todo tipo, perdices,
liebres, conejos, becadas, torcaces
y zorros, todas ellas puntuaban,
sólo había que encontrarlas y
abatirlas.

A las 9,30 el cielo se cerró y
una tenue nevada acompañó al
personal durante una media hora
sin que llegara a cubrir el suelo,
pero para entonces Arkaitz  ya
tenía problemas con el juez que le
había tocado, en ???mala suerte???,
ya que no podía seguirle, y
tuvieron que pedir el cambio al
control. Con estos contratiempos,
perdió unos 45 minutos
valiosísimos, ya que no
 funcionaban bien las emisoras,
también se le mermó una buena
porción de moral, que es muy
importante llevarla intacta, pero
un campeón supera todo, y Arkaitz
estaba lanzado y convencido de lo
que tenía que hacer, estaba fuerte
y bien entrenado, lo había
preparado todo con mimo y
sacrificio, había estudiado  cada
ladera del cazadero y sabía donde
cazar las perdices, las becadas y
las liebres y palomas. Así actúa
un campeón.

Las noticias al control llegaban
con cuentagotas, poca caza, y se
oían pocos disparos, se anotaban
en la pizarra más liebres que
perdices, pero Arkaitz cazaba tan
lejos del control que la emisora de
su nuevo juez no alcanzaba a dar
las capturas del vasco y sus
allegados no tenían noticias, para
más incertidumbre de la que ya
tiene un evento de este calado.

Algunos participantes entraban
desesperados por no haber
encontrado caza o por haber
fallado en sus disparos, algún
conejo y alguna liebre y perdiz
suelta se veía en los casilleros de
la pizarra, pero más bien poco.

De repente el juez de Egaña,
comunica a las 14:10 toda la
percha conseguida hasta el
momento por el vasco, la
anotación provoca la mayor alegría
 junto a la pizarra que allí se
vivió, de no tener nada a ponerse
primero con sus dos perdices ,una
liebre y la torcaz abatida en los
encinares sorianos. Se colocaba
así como virtual campeón, y
faltaba casi una  hora eterna.

A las dos y veinte entró
Arkaitz, presentando su percha y
enterándose de su posición de
líder en la clasificación, aunque en
estos campeonatos hay que ser
muy, muy cauto, la cosa pintaba
bien.

Llegué con el ex campeón
aragonés que presentaba una
perdiz, aunque pudo abatir dos
más y un conejo que le salieron
buenos. La puntería no le
acompañó y dejó escapar el
campeonato. Uno menos, dijeron
todos.

Comenzaron a llegar de uno
en uno, nervios y más nervios en
los familiares, tranquilicé a Arkaitz
con un ???vas a ganar seguro???. Por
mi emisora, había tenido
información de lo que se había ido
abatiendo, y mi experiencia en
estos campeonatos no me
traicionó. Entró el último
participante con una perdiz y dos
liebres, y la alegría se desbordó
por la comitiva euskaldun, por fin
era una realidad, ARKAITZ Y LAGUN
eran campeones.

El abrazo general y los besos
de su madre y su novia cubrieron
al nuevo y merecido campeón.
Arkaitz soltó la tensión
acumulada esa mañana y unas
lágrimas recorrieron su feliz rostro.
Subió a lo más alto del podio y
desde allí volvió a divisar el
castillo donde los valientes
ondearon antaño sus banderas,
esta vez la ikurriña ondeó alta en
Castillejo de Robledo.

Había hecho historia para el
País Vasco, desde que  Julián
Larrea lo lograra en la 1ª edición
de este campeonato, ningún vasco
había conseguido subir a lo más
alto del podio. Ya tocaba,
decíamos todos, porque estos
últimos años, desde mi propio
subcampeonato en 2009 o el 3º
puesto de Mikel Iturralde en
2011,los vascos queríamos dejar
huella y Arkaitz ha conquistado el
Campeonato de Caza de mayor
prestigio a nivel estatal, y claro
está junto a su veterana Lagun
,setter de 11 años, que le cobró
una perdiz de ala que jamás
olvidara y que le ha valido el
entorchado.

Nuestra más sincera
enhorabuena, y en nombre de
todos los que competimos en caza
menor con perro:

ESKERRIK ASKO
ARKAITZ

Redacción periódico digital Desveda #caza #pesca #tirodeportivo #rural #naturaleza