Gánate el respeto, cazador

Siglo XXI, el siglo de los
adelantos y el cambio de mentalidad en la
sociedad hacia el avance y la ciencia; el siglo
de la tolerancia y el cambio en la vida, de la
investigación y la libertad de
opinión, que no siempre es respetada o
entendida.

En nuestra afición, como
cazadores, todos queremos que entiendan
nuestra opinión o al menos que la
respeten, pero quizás seamos nosotros
mismos los culpables de muchas
críticas recibidas hacia nuestra
persona; quizás seamos nosotros
quienes nos colgamos el letrero e invitamos a
los anti caza simplemente a leerlo;
quizás seamos nosotros quienes
deberíamos revisar nuestros actos para
comprender que en algunos aspectos, ellos
llevan la razón.

En primer lugar y como punto de partida,
están aquellos cazadores que tras
abatir una pieza, la dejan en el monte aun
pudiendo sacarla del lugar. Esto es a lo que los
anti caza llaman, asesinar por mero placer, y
aunque no sea de mi agrado, en este punto
tengo que darles mi opinión a favor, ya
que un verdadero cazador nunca dejará
en el monte una pieza abatida, y es que como
poco, dicho animal se merece un respeto
después de brindarnos un preciso lance.

En segundo lugar, están aquellos
que no respetan la época de
cría, matando madres seguidas por
recién nacidos y haciendo que para
estos sea muy difícil la supervivencia y
por tanto, al año siguiente la
población se verá reducida y el
porcentaje de un nuevo lance se verá
afectado. En este aspecto, nos merecemos el
adjetivo que alude al acto, la palabra asesino
es acorde al daño que se causa en el
medio teniendo tal actitud.

Otro punto en contra nuestra es el no
respeto de la orden de veda, de las especies
cazables o del cupo de las mismas. Se nos
imponen unas normas y fechas para la
práctica de la caza que se aceptan cara
a la gente, pero luego solo unos pocos
respetan al salir al monte. El pensamiento de:
“Si no lo mato yo, otro vendrá
después a hacerlo”, es algo, por
desgracia, muy presente en la mente de
muchos cazadores en pleno siglo XXI.
Aquí, pidiendo disculpas y
poniéndome de su lado,
también tengo que darles la
razón a aquellos que luego nos critican
por llevar a cabo dichas sandeces.

¿Realmente eso es
sentirse cazador?

Está claro que al hacernos con la
vida de un animal, la sangre queda a la vista,
pero no todos tienen porqué verla. Es
aquí donde quién realmente
quiera obtener el calificativo
“cazador” al completo, debe
actuar por su cuenta, borrando la sangre de
lugares, tales como caminos, por donde
más personas, cazadoras o no,
pasarán después.

Además, las redes sociales,
pueden ponernos en mal lugar frente al
colectivo no cazador, puesto que algunas
imágenes que se publican, son muy
fuertes para quienes no ven el sentido a lo que
ser cazador se refiere. Es decir, debemos
cuidar las imágenes que subimos,
intentando mostrar un último respeto a
las piezas abatidas, no envueltas en charcos de
sangre o a trozos desgarradas por los disparos
o mordiscos de los canes. Todos sabemos que
eso es la caza, pero también sabemos
que si no respetamos nuestra imagen, muy
difícil será que nosotros seamos
respetados.

Para finalizar, he de decir que si tanto
respetamos y cuidamos el medio, debemos
llevarnos aquello que no había
allí antes de llegar nosotros. La basura
no nace sola y las vainas de nuestra
munición, botellas de agua o cualquier
otro objeto que tiremos, no sirven de abono
para el campo. Tenemos que dar ejemplo si
realmente nos consideramos los principales
cuidadores del campo, como marcan los golpes
de pecho ante alguien que no es cazador.

Con estas palabras, no critico a nadie, ni
quiero que todos comprendan mis palabras,
solo pretendo que día a día se
limpie la imagen de cazador y nos llegue ese
respeto que, como amantes y cuidadores del
medio, nos merecemos.

Define su pasión por la caza con la siguiente frase: "La caza no es mi afición, es mi estilo de vida"