Friso
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Pescando al sereno

El mes de Junio avanza la primavera hasta ponernos frente a las puertas del verano y sus calores. Aunque hasta el cuarenta de Mayo no sea prudente alejarse del sayo, todo invita a cambiar de hábitos. Los días largos y muchas veces calurosos han reducido el cauce del río a su fisonomía estival. Sin estar del todo ???agostados??? han perdido, la alegría saltarina de los meses de primavera. Los pescadores de cebo han guardado hace tiempo sus largas veras. Incluso los de cucharilla son cada vez menos frecuentes. Sin duda alguna es el tiempo de los pescadores de mosca.

TIEMPO DE SERENOS 

Yo le llamo la hora mágica. Cuando el sol se oculta tras las montañas, cuando parece que todo invita al descanso y a dar por terminado el día, se produce el milagro: una extraña luz lo envuelve todo.
Los molestos brillos del agua desaparecen. La lámina de agua se vuelve una superficie mate donde se perfila perfectamente la silueta de la imitación posada por el pescador. Sin el gesto forzado de quien intenta seguir con la vista las evoluciones de la mosca entre los rayos oblicuos del sol, la pesca a mosca seca se torna un placer.

Sin otra dificultad que la propia fisonomía del cauce, paseamos la imitación por los recovecos del río. Corrigiendo las derivas se producen las primeras subidas. Atraídos por la cercanía de la noche otros seres del atardecer, a caballo entre el mundo acuático y el celeste, se unen a la fiesta de última hora. ¡Todo se llena de Insectos!Nubes de tricópteros,  grandes efémeras??? los molestos dípteros. Todos se dan cita en una generosa eclosión.

Los remansos de agua tranquila que han permanecido como dormidos durante todo el día, bullen de vida. Las truchas comienzan a alimentarse descaradamente irrumpiendo con fuerza sobre la lámina de agua.Las moscas flotonas que saltan sobre las corrientes desaparecen tras cada lance al ser atacadas por las pequeñas truchas que han salido a beneficiarse del festín. Lo que ha sido una pesca rutinaria y monótona se convierte en una sucesión de picadas. A medida que cae la intensidad de la luz, la importancia de la presentación también lo hace.

Es momento de montar el aparejo definitivo: uno eficaz, que minimice la posibilidad de enredos. Línea 4/5, bajo de línea corto acabado en 0,14/0,16 y una mosca grande visible y flotona. ¡Que no se hunda con nada!
A medida que se funde el atardecer sobre la línea de la noche, las truchas pierden toda prudencia. Siguen devorando la eclosión a pesar de nuestra proximidad. Esto nos permite realizar presentaciones certeras donde se ceban las pintonas. Utilizar moscas grandes y visibles nos permite distinguir las subidas que se producen a nuestro engaño y así evitamos asustar a las que se ceban alrededor.

Es un momento en que las truchas quedan a merced del pescador. Recuerda la responsabilidad que tenemos como pescadores deportivos y devuelve los ejemplares capturados en las mejores condiciones posibles. ¡El futuro de tu afición está en tus manos!   
¡CUÍDALO!

Patxi Amantegi

Patxi Amantegi Zubiria. Nacido en Tolosa en 1966. Pescador de caña desde chaval. Con la mayoría de edad descubro la magia de la pesca a mosca con sedal pesado, a "látigo". Como pescador, soy un merodeador incansable de ribera. Me gusta tomarme las cosas serias como un juego. Nervioso, larguirucho y curioso puedo parecer una nutria. De aquí el título de mi sección.

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Patxi Amantegi Zubiria. Nacido en Tolosa en 1966. Pescador de caña desde chaval. Con la mayoría de edad descubro la magia de la pesca a mosca con sedal pesado, a "látigo". Como pescador, soy un merodeador incansable de ribera. Me gusta tomarme las cosas serias como un juego. Nervioso, larguirucho y curioso puedo parecer una nutria. De aquí el título de mi sección.

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