Las aves están ya en decadencia por las migraciones y los aficionados se centran ahora en los mamíferos. La campaña del tordo y la perdiz acaba con mínimos históricos por el gran aumento de los cerdos salvajes.
Han sido los grandes protagonistas. Y todo apunta a que lo seguirán siendo. Los jabalíes han resultado las principales capturas de los cazadores en la temporada que ya está a punto de finalizar. Su proliferación está provocando que el resto de animales de coto disminuya y que los aficionados centren su actividad en ellos.
Así lo constata el presidente de la Federación de Cazadores de Santa Magdalena (una de las zonas donde más se nota la proliferación de ejemplares), Joaquín Cid, quien indica que “este año, la campaña de caza mayor ha sido excelente porque hay muchísimos jabalíes y la tendencia es al alza, ya que numerosos practicantes se pasan a esta modalidad”. A su vez, el presidente de la Federación de Caza de Castellón, Joaquín Cerdá, señala que “el aumento ha sido considerable en la provincia y se han añadido la facilidad de reproducción y la abundancia de bellotas. Esto marca el retroceso de la agricultura y el avance de las áreas boscosas”.
Este hecho también ha provocado una disminución alarmante en la población de tordos y perdices. Cid señala que “la caza menor ha caído bastante y, aunque la perdiz se mantiene, los niveles son mínimos”. Además, alerta de que la captura del jabalí “es más fácil porque se le ve mejor al dispararle; sin embargo, las aves requieren sacrificio y vigilancia”. En el caso del tordo, asegura que “se ha cerrado la peor campaña de los últimos 20 ejercicios”.
MIGRACIONES // Otra de las razones de la disminución de estas especies es el cambio de rumbo de las migraciones. Cerdá indica que “el tordo, como ave migratoria, depende de factores climatológicos y esta temporada ha sido más floja”. Por su parte, Cid advierte de que “el jabalí tiene buena culpa porque ataca a animales más pequeños, ya que come de todo. Esto ha influido bastante en la disminución de la población”.
En cuanto a la perdiz, Cerdá apunta que “estos tres últimos años se ha criado mal, no solo en la provincia, sino en toda España”. También alerta de que, pese a la gestión de los clubs para criarlas, el declive de la agricultura va ligado al que sufre el animal”.
Este factor, sumado a la crisis económica, ha provocado, a su vez, la proliferación de bajas en las federaciones. Así lo constata el presidente de la sociedad de cazadores de Benicàssim, Juan Marqués, quien apunta que “la cifra de licencias se mantiene, pero cada vez hay más aficionados que no pueden asumir los costes y prefieren recortar gastos”.
Dependiendo de los animales, las temporadas tienen una duración determinada. Eso sí, todas comienzan el 12 de octubre en la Comunitat Valenciana y finalizan entre diciembre y febrero.
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